jueves, 10 de julio de 2008

Chile y la crisis económica durante nuestra adolescencia

La siguiente reseña no pretende hacer análisis políticos ni económicos de Chile hacia los años 1982 y 1987 (no somos ni economistas ni políticos, tampoco es nuestra intensión), sino que aporta una pincelada de datos de lo que ocurrió en nuestro país mientras fuimos alumnos del Liceo Comercial B-43 en aquel período de tiempo, en que muchos de nosotros llegamos por primera vez al establecimiento (la mayoría con 13 años de edad) hasta que nos “titulamos” (apenas cumplidos los 18). Es tan sólo para comprender que vivimos en una época de crisis económica que, tal vez, marcó lo que fuimos, somos o podríamos haber sido. Esto pasó mientras nosotros estábamos en clases, viviendo en nuestro propio mundo, y tratando de hacernos un espacio posterior en el campo laboral. Cada uno es libre de tener sus propios pensamientos y obtener sus conclusiones. Más tarde, hecharemos un vistazo al contexto cultural, farándulero y deportivo de aquellos años.



Contexto de la época


Para lograr una correcta apreciación de la situación económica vivida en Chile durante los años 1982 a 1987, primero debemos situarnos en su contexto.


En el año 1973 la situación económica en que se encontraba el país era nefasta, con un crecimiento económico promedio anual de - 4.3%, un sin número de incoherencias de política monetaria donde finalmente se aumentó la liquidez de la economía por sobre el 400% y que tuvo como principal y más grave consecuencia el incremento desmesurado de la demanda agregada desatando una inflación superior al 600%, acompañado de un crecimiento negativo de los salarios reales (debido a esta altísima inflación). Todo esto generó un marcado malestar social y un gran descontento de la clase empresarial, que contribuyó en gran medida al término abrupto de la democracia en el país y dio paso a los 17 años de gobierno militar. El resumen de los principales y más serios problemas de la economía chilena a partir de los 70 es: Baja tasa de crecimiento, un estatismo exagerado, una marcada escasez de empleos productivos, inflación y la existencia de condiciones de extrema pobreza en importantes sectores de la poblacion. Estos problemas fueron los causantes de efectos como: una mala asignación y una baja tasa de crecimiento de los recursos productivos, el limitado desarrollo del sector externo, déficit fiscal, frecuentes cambios en las políticas económicas, mal uso del poder político y déficit de abastecimiento alimenticio. Tras el golpe que derivó en dictadura, Militares y Economistas de Chicago comparten el mismo proyecto, el cual era salvar a Chile. Los militares se sienten protectores del país y los economistas se sienten poseedores de los conocimientos para maximizar el bienestar social y transformar a Chile en un país desarrollado.

Así en el periodo 1973 a 1976 comienza el ajuste de la economía chilena donde se establecen durísimas medidas como: la liberación de los precios, devaluación y fijación del tipo de cambio con el objeto de fomentar las exportaciones, reducción de aranceles hasta dejarlos parejos en un 30%, una drástica reducción del gasto fiscal, creación del IVA (20%), liberación de las tasas de interés, facilitar la creación de nuevas instituciones financieras y la apertura del mercado de capitales. Esto en un principio no da el resultado esperado ya que la inflación se mantuvo en el orden del 600%, así el programa planeado de forma gradual tuvo que ser cambiado por uno de "choque" que hizo que el PIB llegase a contraerse hasta un -12% en 1975 (severas políticas monetarias y fiscales); pero, que consigue reducir la inflación. Esto se logra entre otras cosas, devaluando paulatinamente el tipo de cambio para fijarlo en $39 pesos por dólar y usándolo como "ancla nominal". De esta manera, la inflación cae finalmente en 1981 a 9,9%, dando origen a un periodo de esplendor en la historia de la economía Chilena, llamado poéticamente como: la época de "el milagro económico", caracterizado por una baja inflación, altas tasas de crecimiento promedio anual (del orden del 8%), aumento de hasta 4 veces en las exportaciones con respecto al año 1973, aumentos de las reservas internacionales del Banco Central, superávit fiscal de hasta un 5,5% y aumentos reales del salario (del orden del 9%).

El año 1978 comienzan a entrar una gran cantidad de divisas (petrodólares) a todos los países que no eran productores de petróleo y en especial a Latinoamérica. Paralelamente, el año 1979, Chile logra un superávit fiscal lo que trajo un gran prestigio en el ámbito financiero; pero, existía un obstáculo el cual era: el riesgo cambiario. Entonces fue cuando se toma la decisión de fijar el tipo de cambio, se institucionalizó el superávit fiscal (base y sustento de una paridad cambiaria fija), generando con estas medidas una gran confianza de el sector financiero.

La época del "milagro económico" asociado a la fijación del tipo de cambio generó un verdadero Boom Importador (tasas de crecimiento anual de hasta el 21%) y un Boom especulativo en el cual tiene un papel preponderante el sector financiero, quien sostiene y fomenta el crédito fácil a los agentes económicos, la propaganda y el sentimiento de bienestar transformó el pensamiento de los chilenos. Común fue en esta época el: "compre hoy y pague mañana" que nos tiene a la mayoría crucificados hasta ahora. Además, hay que considerar el deslumbramiento social ante la variada oferta de bienes importados, lo que explica este Boom del consumo, que era financiado, finalmente, mediante el endeudamiento externo y que duraría hasta el año 1982 donde se redujo este crédito externo de forma dramática.

En el año 1981, se produjo un recalentamiento de la economía norteamericana, frente a esto EE UU decide incrementar fuertemente las tasas de interés con el objeto de calmar el proceso inflacionario creciente que estaba viviendo. Esto produjo una fuga de capitales desde Chile. Paralelamente, el precio del cobre cayó y el precio internacional del petróleo se incrementó. El conjunto originó fuertes presiones de devaluación en el tipo de cambio, siendo esto el génesis de la crisis de 1982. Por lo tanto se puede afirmar que la crisis tuvo su origen en una mezcla de factores tanto internos como externos.


Desarrollo de la crisis

Los hechos comienzan a presentarse durante el segundo semestre de 1981:

1. Producto de la gran entrada de capitales el Banco Central había aumentado sus reservas internacionales durante los 13 trimestres anteriores luego pierde 300 millones de dólares, luego 600 y siguió perdiendo por seis trimestres más.
2. El índice de precios de las acciones comienza a descender continuamente a partir del tercer trimestre de 1980, a fines del tercer trimestre de 1981 había bajado cerca del 33%.
3. A partir del segundo semestre de 1980, el número de empresas que se declaraba en quiebra superaba más de cien por trimestre.
4. El Banco Central debió intervenir 4 Bancos y 2 Financieras.

Lo que todavía muchos recuerdan era “El dólar a 39 pesos” que se constituyó como el icono del modelo económico de la época; pero, a pesar de la insistencia de los "Chicago Boys", finalmente se tomo la decisión de devaluar. Esto fue un verdadero caos ya que la gente se sintió engañada y repercutió en la credibilidad de las autoridades. En mayo de 1982 casi el 50% de las deudas estaban expresadas en dólares, el riesgo de esta devaluación lo asumen directamente los deudores pero debido a las dificultades para responder, la banca y las financieras se ven indirectamente implicadas. Luego de la devaluación hubo un vuelco de 180 grados en las autoridades económicas que de tener como ley la de no intervención tuvieron que pasar a políticas económicas activas.

Pero esta devaluación sólo trajo expectativas de más devaluación y los agentes tratando de maximizar sus ganancias demandaron más dólares. Producto de esto el banco central redujo sus reservas y disminuyó la base monetaria.

Ya estaban existiendo agudos conflictos sociales, pues el desempleo había llegado a 25% y existía una brusca recesión en la economía. A fines de 1982 el Banco Central había perdido el 30% de las reservas internacionales, se hace necesario introducir controles cambiarios e imponer serias restricciones a los capitales. Además, los aumentos reales de tasas de interés y la brusca devaluación del tipo de cambio, la contracción del PGB y la disminución del crédito externo pusieron en serios problemas al sector productivo y financiero, así, la gran mayoría de los deudores no pudieron responder, los abusos e inconsistencias del sector financiero convirtió a la deuda en un problema crítico, el Banco Central debió salir al rescate de la banca evitando el completo colapso del sistema financiero, intervino y otorgó el crédito (deuda subordinada) dando liquidez a los Bancos Comerciales para que pudiesen seguir operando, creó además un tipo de cambio preferencial (más bajo) a los deudores en dólares, debió comprar la cartera mala de los Bancos, se condonaron deudas, multas e intereses vencidos, con el consiguiente gran costo para el Banco Central y en el fondo para el país.




Se adopta la política de "inversión en reputación". Así, se decide cancelar a cualquier costo las deudas externas, confiados que cumpliendo se recuperaría la confianza exterior y el acceso a los mercados de capitales. Este proceso de ajuste se hace de forma gradual entre los años 1987 y 1989 y tuvo un final exitoso:

a. Pasar de un déficit comercial equivalente a un 70% de las exportaciones del año 1981 al superávit, equivalente al 20% de las exportaciones del año 1981.
b. Crecimiento 5.5 veces superior a 1981.
c. Disminuir las tasa de desempleo.
d. Superar el problema de la deuda externa.
e. Se sientan las bases de la "saludable economía chilena" de la década de los noventa.
Esto se logra en tres etapas:

I. 1982-1983: aplicación de políticas fiscales recesivas para eliminar las brechas existentes entre Gasto y Producto interno.
II. 1984: políticas expansivas para disminuir el desempleo que llegó a ser superior el 30%.
III. 1985: políticas de ajuste de precios relativos, ante la percepción que los desequilibrios externos eran solucionables solo a largo plazo.

De esta forma:

1982-1983: Fueron los peores años de recensión desde la década del los años treinta, en este periodo el PGB cae el 15%, la industria y la construcción caen en un 20%, el desempleo efectivo llega al 30%, se triplica el numero de empresas quebradas, el Banco Central pierde el 45% de sus reservas y la cartera mala triplica el capital de los bancos comerciales.
1984: Se logra cerrar la brecha Gasto- Ingreso, ya se había devaluado. Entonces, las medidas más drásticas estaban tomadas, se asume que la economía ya estaba en condiciones de empezar a tomar una ruta de crecimiento. Así las políticas logran un aumento del PGB de un 6,3%. Se expande la industria en un 10%, cae el desempleo al 25%, pero, se aumenta el desequilibrio externo, que origino el pensamiento que este desequilibrio era sólo solucionable en el largo plazo y se requiere de un gasto interno austero.
1985: El objetivo fue la disminución del requerimiento de crédito externo, se devalúa nuevamente, y se plantea que las exportaciones debían ser el motor del crecimiento económico. Chile se suscribe a un programa de tres años de facilidad cumplida con el Fondo Monetario Internacional y otro de tres años con el Banco Mundial (se logra el anhelado financiamiento).


¿Y que exigencias teníamos que cumplir?

FMI: Exigió el pago completo y puntual de la deuda externa. Además, en materia fiscal controlar el déficit, en materia monetaria la restricción del crédito, evitando y eliminando el gran subsidio a la banca y en materia salarial se debió eliminar la indexación salarial y disminuir el piso salarial utilizado en las negociaciones colectivas. Con esto el FMI entrego el financiamiento y lo más importante sirvió de carta de presentación para obtener financiamiento de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Internacional. Y entregó la credibilidad necesaria a la autoridad. Se debió devaluar nuevamente ya que el pago de la deuda no era un problema de liquidez sino de tipo cambiario, ya que la única forma era aumentar las exportaciones que permitirían servir a la deuda de manera más segura y ordenadamente.

Banco Mundial: Lo más importante fue la exigencia de la creación de un fondo estabilizador del precio del cobre (Aumentos en el precio del Royalty generarían fuertes presiones devaluadoras, así con este fondo se anulan estas presiones) para así mantener el tipo de cambio elevado por muchos años. El cobre representaba el 45% de los montos obtenidos por Chile por concepto de exportaciones.

Con estos acuerdos se logran 760 millones de dólares anuales (desde 1983 a 1987) estos montos equivalían al 40% de los intereses de la deuda externa. Así la decisión de una devaluación real significativa fue clave en la disminución de los desequilibrios. Se logra aumentar las exportaciones y la competitividad del sector. De esta forma se soluciona el desequilibrio externo, además aumentan los aportes del sector exportador al sector público y se disminuye con esto el déficit fiscal, disminuyen las presiones inflacionarias y contribuyen a la solución de los desequilibrios internos.